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Para continuar con el tema de las Inteligencias Múltiples Durante décadas, la inteligencia lógico-matemática fue considerada la inteligencia en bruto.

Suponía el eje principal del concepto de inteligencia, y se empleaba como parámetro para detectar que tan inteligente 🤓 era una persona.

Como su propio nombre indica, este tipo de inteligencia se vincula a la capacidad para el razonamiento lógico y la resolución de problemas matemáticos. La rapidez para solucionar este tipo de problemas es el indicador que determina cuanta inteligencia lógico-matemática se tiene.

Los célebres test de cociente intelectual, se fundamentan en este tipo de inteligencia y, en menor medida, en la inteligencia lingüística. Los científicos, economistas, académicos, ingenieros y matemáticos suelen destacar en esta clase de inteligencia.

Habilidades cognitivas más allá del lenguaje

Es importante remarcar que este tipo de inteligencia no explica directamente nuestra manera de pensar en general, ni nuestro uso del lenguaje o la interpretación de la realidad propia. Estos factores dependen en gran parte de nuestra ideología y el uso del lenguaje que nos caracteriza.

La inteligencia lógico-matemática no nos sirve para cuestionar si estamos sumando el tipo de unidades que deberíamos estar sumando, por ejemplo, al igual que la lógica no nos dice qué aspectos de un problema deberíamos priorizar y resolver primero, ni cuáles deben ser nuestros objetivos. Sin embargo, una vez fijadas ciertas normas, lo que queda, si puede ser considerado como inteligencia lógico-matemática.

Un ejemplo: cuando nos proponen un problema matemático, podemos elegir si resolverlo o no y, una vez aceptadas las normas del enunciado, podemos resolverlo bien o mal. Pero también podemos negarnos a resolver ese problema porque hacer eso no sería útil a nuestros propósitos, por el motivo que sea, o contestar mal adrede porque no aceptamos las reglas impuestas desde un inicio.

¿Cómo mejorar en inteligencia lógico-matemática?

Al principio, esto puede resultar muy tedioso para algunas personas, pero los progresos que se pueden hacer son espectaculares y muy útiles para el día a día, especialmente los relacionados con el cálculo mental.

Puedes empezar con cuadernos para ir aprendiendo matemáticas a tu ritmo o asistir a academias especializadas. También tienes la opción de empezar prácticamente desde cero en webs de formación gratuita como la recomendada Khan Academy, en la que puedes medir tus progresos e ir eligiendo las ramas de aprendizaje a tu gusto.

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