La crisis sanitaria que nos afecta desde marzo del año 2020 nos ha modificado gran parte de nuestra cotidianidad.

Las actividades colectivas se han visto limitadas para protegernos del Coronavirus y no impactar en gran escala al sistema de salud de nuestros países.

Hay una actividad esencial que se ha visto particularmente afectada y esta es la educación. La UNESCO resalta que “las escuelas deben ser lo primero en abrir y lo último en cerrarse” pero con todo y eso, no es tan sencillo cumplir con esa premisa.

Hoy en día las escuelas han tenido que experimentar una reinvención y una modificación radical de las metodologías de enseñanza y aprendizaje.

Las poblaciones más vulnerables son las que se han visto más afectadas con este proceso de reinvención. Según la UNESCO, 100 millones de niños no alcanzará el nivel mínimo de lectura como consecuencia de la crisis sanitaria. Este es uno de los datos que más impactan.

Latinoamérica es una de las regiones que se ve especialmente afectada por este hecho, sin embargo, no todo son malas noticias.

Si bien es cierto que los profesionales de la salud son el personal que está en la línea de fuego durante la pandemia, también los educadores han estado dando batalla con respecto a  los retos educativos a un año de la crisis sanitaria.

Beneficios de la era digital

No sabemos qué nos depare el futuro, pero sí que estaremos más preparados, gracias a los avances tecnológicos.

Para no ver todo color de hormiga e intentar ver el vaso medio lleno, podemos decir que si esta pandemia nos hubiera sorprendido hace cincuenta años, por ejemplo, no hubiéramos tenido la misma capacidad de responder en el ámbito educativo. Hoy en día contamos con muchos más recursos digitales que hace cincuenta años.

Recursos digitales a la orden del día

Este proceso de recolocación de las estrategias ha dado mucha más libertad a los docentes para utilizar recursos disponibles en la red. Muchos de estos docentes, sobre todo los de más edad, han tenido que experimentar una transición forzada a las estrategias digitales.

Algunos recursos digitales que ya se encontraban en la red han sido descubiertos (o redescubiertos, pero con nuevos fines) y los docentes han visto en ellos una oportunidad para utilizarlos y generar más interés en los estudiantes.

Actualmente los estudiantes por su cuenta y los mismos padres, han optado por utilizar recursos de la red en mayor medida, como plataformas de video, audiolibros, podcast, enciclopedias en línea y todo lo que puedan encontrar en la red para investigar y realizar sus deberes.

Retos para estudiantes y padres

Pero el reto no ha sido solamente para el profesorado, de igual manera los estudiantes y también los padres se han visto en posiciones bastante difíciles a la hora de lidiar con estos cambios forzados.

Los estudiantes más pequeños necesitan mayor asistencia por parte de los padres, lo que supone una oportunidad para que se amplíe la brecha de desigualdades, pues el nivel educativo y el tiempo que los padres puedan destinar a la asistencia escolar de los niños es desigual en las distintas unidades domésticas, siendo los sectores históricamente desfavorecidos los que vuelven a verse (más) perjudicados.

En estos casos es cuando las entidades educativas o el Estado tienen que intervenir ayudando a los estudiantes, el profesorado y los padres. Lo ideal sería ayudar en los siguientes aspectos:

• Soporte técnico y pedagógico a los docentes: debido a que el cierre de los colegios e instituciones educativas no vino de parte de lo pedagógico, sino de lo administrativo, muchos docentes no saben cómo manejarse debidamente en estos menesteres.
• Los cambios forzados siempre traen secuelas emocionales: es por ello que un acompañamiento de salud mental, tanto para el profesorado como los estudiantes, es importante.
• Atención al sector de estudiantes más vulnerable: Es importante que se ponga especial atención a las comunidades vulnerables. Uno de los casos más comunes de los estudiantes más vulnerables es que no cuentan con internet para realizar las actividades, por lo que muchos tienen que acudir a la escuela o tienen que ir a casa de un conocido para estudiar y hacer sus actividades.

Si bien vivir en esta era tecnológica es una ventaja para muchos de los que están involucrados en el proceso educativo, el acceso a diversas herramientas es desigual. Por otro lado, nosotros como individuos podemos intervenir en que esta realidad sea lo menos impactante para nuestros estudiantes. Tan solo con tener conciencia de esta realidad ya estamos haciendo algo por un cambio.

Ana Inés Rodríguez Giles

Profesora y doctora en Historia (UNLP). Luego de una década trabajando en comunicación digital, actualmente se desempeña como gestora y desarrolladora de contenidos en Buscador de Podcasts.

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